Este caso corresponde a un Honda CR-V Turbo, año 2017, que llegó a nuestras manos con un daño leve pero visible en el guardalodo delantero. El propietario nos comentó que el golpe fue producto de un roce al estacionar en un espacio estrecho. Aunque a simple vista parecía un detalle menor, este tipo de abolladuras afectan considerablemente la estética general del vehículo, especialmente en una carrocería bien cuidada como la de este modelo.
Pieza trabajada: guardalodo delantero izquierdo.
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