Realizamos una evaluación detallada para definir el mejor enfoque que nos permitiera restaurar todas las áreas afectadas. En este caso, el daño involucraba cuatro piezas: puerta trasera izquierda, puerta delantera izquierda, puerta trasera derecha y bonete. Nuestra técnica especializada permitió corregir las abolladuras y golpes sin recurrir a repintados, preservando así la integridad y el acabado original de la pintura.
El proceso fue realizado con profesionalismo, asegurando que cada pieza fuera restaurada a su estado original sin dejar evidencias del daño. El resultado final fue satisfactorio tanto para el cliente como para nuestro equipo, quienes valoramos la confianza depositada en nuestro servicio.
Una vez finalizado el trabajo, el vehículo quedó listo para volver a la carretera con una apariencia renovada y sin daños visibles, demostrando la eficacia y calidad de nuestras técnicas de restauración.
En Reynoso Sacagolpes, nos especializamos en reparar daños con precisión y cuidado, manteniendo siempre la pintura de fábrica intacta. Si desea preservar la estética y el valor de su vehículo, contáctenos para una atención personalizada.
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